Palacio Cabrera no es una mera obra, es la puesta en valor de una obra de arte.
Es tomar una pieza arquitectónica única y traerla al presente, para proyectar, en toda su historia pasada, un futuro.
Los pulmones del Palacio se caracterizan por su luz, el colorido de las plantas y flores de los jardines, convirtiéndose así en un verdadero oasis para todos los que tengan la posibilidad de ser parte de este gran proyecto.